El cantante Daddy Yankee y su esposa, Mireddys González, lograron un acuerdo legal este viernes tras una disputa corporativa que involucraba a las empresas «El Cartel Récords» y «Los Cangris, Inc.». El pacto se alcanzó luego de una sesión de más de una hora dirigida por el juez Anthony Cuevas en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, Puerto Rico.
A la salida del tribunal, el intérprete de “La Gasolina” expresó su satisfacción por el resultado. “Es un proceso que he llevado con mucha paz. Estoy muy satisfecho”, comentó.
Detalles del acuerdo
Como parte del arreglo, Daddy Yankee retomará la presidencia de las corporaciones a partir del 26 de diciembre, fecha en la que se formalizará la documentación necesaria. Hasta entonces, ni Mireddys González ni su hermana, quienes hasta ahora ocupaban cargos administrativos en las empresas, podrán realizar transacciones.
Las cuentas corporativas, que suman al menos $75 millones, permanecerán intocables durante los próximos 30 días, y cualquier desembolso mayor a $100,000 requerirá el consentimiento de ambas partes. Además, el cantante tendrá la obligación de presentar informes mensuales sobre los movimientos bancarios de las empresas.
Orígenes de la disputa
La controversia surgió por supuestas transferencias no autorizadas de $100 millones desde las cuentas corporativas, lo que llevó al artista a presentar una demanda contra su esposa y su cuñada. Según su abogado, Carlos Díaz Olivo, las empresas no pueden operar sin el liderazgo y la propiedad intelectual de Daddy Yankee, quien también señaló que la confianza en las gestiones de González había desaparecido.
Por su parte, la defensa de Mireddys González argumentó que las transacciones cuestionadas ya habían sido revertidas y aseguró que los fondos se manejaron conforme a las decisiones corporativas establecidas.
Un acuerdo que marca el futuro
El caso, que ha estado en el centro de la atención mediática, parece haber llegado a su fin con este acuerdo. Sin embargo, deja claro el enfoque del cantante en proteger su marca y legado empresarial, mientras las relaciones personales y profesionales con su esposa y cuñada toman un giro definitivo.
Con este resultado, Daddy Yankee se prepara para retomar el control de sus corporaciones, reforzando su influencia en la industria musical y garantizando la supervisión directa de sus activos más valiosos.