En un contexto donde Cuba enfrenta importantes retos económicos, el Consejo de Ministros ha reconocido que ni la industria azucarera ni el sector turístico están cumpliendo con las expectativas para el año 2024. Esta situación pone de relieve las dificultades que atraviesan dos de los pilares fundamentales de la economía cubana.
El nuevo ministro de Economía, Joaquín Alonso Vázquez, ha calificado la actual temporada de zafra azucarera como «muy compleja», debido a los bajos rendimientos y los problemas derivados de la escasez de combustible, entre otros desafíos organizativos. A pesar de algunos avances en la producción azucarera recientes, el cumplimiento del plan anual sigue siendo incierto, impactando directamente en la distribución de azúcar para la canasta familiar.
Por otro lado, el sector turístico, que se considera un salvavidas potencial para la economía del país, tampoco ha logrado alcanzar sus metas. En febrero, el arribo de turistas solo cumplió el 89% de lo previsto, aunque se registró un incremento en comparación con el mismo mes del año anterior y enero de 2024. La isla ha recibido más de medio millón de visitantes internacionales en los primeros dos meses del año, destacando la presencia del mercado canadiense y la comunidad cubana en el exterior, a pesar de una disminución en la llegada de esta última en comparación con febrero de 2023.
Sin embargo, los cubanos emigrados, quienes podrían representar una fuente importante de turismo, enfrentan numerosas dificultades que desalientan su visita, incluido el alto costo y la baja calidad de los servicios de alquiler de automóviles, así como la persistente escasez de combustible. Aunque el trato hacia los emigrados ha mejorado en años recientes, políticas que no se centran en mejorar las condiciones para este grupo y en su lugar promueven un turismo internacional de bajo coste, limitan el potencial de ingresos adicionales para el país.
Adicionalmente, se ha revelado que más de 300 empresas en Cuba operan con pérdidas, lo que repercute negativamente en los ingresos de sus trabajadores. La situación fiscal del país también es preocupante, con un déficit registrado en enero menor al planificado, pero aún significativo. Las medidas implementadas para contener el crecimiento de los precios y resolver las deudas pendientes han sido insuficientes, según reconoció el primer ministro Manuel Marrero, quien enfatizó la necesidad de una mayor productividad y acciones que permitan incrementar los ingresos en divisas.
Este panorama refleja los desafíos que Cuba debe superar para estimular su economía, enfatizando la importancia de desarrollar estrategias efectivas que mejoren tanto la industria azucarera como el turismo, y que contemplen las necesidades y potencialidades de los cubanos residentes en el exterior.
