El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra gestionando apoyos en el seno de la Unión Europea para superar el bloqueo al nuevo colegio de comisarios encabezado por Ursula Von der Leyen. Este esfuerzo incluye la intención de garantizar que Teresa Ribera, actual ministra de Transición Energética, sea nombrada vicepresidenta comunitaria.
Según reporta Europa Press, España ha intensificado sus negociaciones para contrarrestar la amenaza del Partido Popular (PP), que ha advertido que votará en contra del nuevo Ejecutivo comunitario si Ribera es incluida. Sánchez aprovecha su participación en la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, para estrechar lazos con líderes europeos en busca de respaldos estratégicos.
El PP ha puesto en el centro del debate la gestión de Ribera durante la DANA que causó más de 200 muertes en Valencia, argumentando que su ministerio falló en la previsión de alertas meteorológicas y en la vigilancia de los cauces de agua. En este contexto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha amenazado con bloquear todo el equipo de Von der Leyen si Ribera es designada sin asumir responsabilidades por su desempeño.
Encuentro con Von der Leyen y tensiones en Bruselas
Durante la cumbre en Brasil, Sánchez y Von der Leyen coincidieron en eventos oficiales, aunque no se ha confirmado si abordaron a profundidad este asunto en una reunión bilateral. Desde Bruselas, fuentes comunitarias citadas por Europa Press afirman que las tensiones entre los grupos parlamentarios europeos se han intensificado. El Partido Popular Europeo (PPE) exige que Ribera comparezca en el Congreso y se comprometa a dimitir si se judicializa su gestión de la DANA, mientras que los Socialistas y Demócratas (SD) presionan para relegar al italiano Raffaele Fitto de su candidatura a vicepresidente.
A pesar de los conflictos, los esfuerzos diplomáticos buscan mantener el calendario previsto, que apunta a someter a votación el nuevo equipo de comisarios el próximo 27 de noviembre en Estrasburgo.
Llamado a la unidad europea
Fuentes gubernamentales subrayan la necesidad de superar este bloqueo para fortalecer a la Unión Europea en un contexto geopolítico complejo. Insisten en que la discusión no debe centrarse exclusivamente en Ribera o Fitto, sino en alcanzar un consenso estratégico que garantice el funcionamiento del nuevo Ejecutivo europeo a partir del 1 de diciembre.
Por su parte, Antonio Tajani, vicepresidente del Gobierno italiano, ha advertido que prolongar el bloqueo sería un error grave para Europa, dado el desafío que supone el actual escenario internacional. A medida que se acerca la votación final, las negociaciones continuarán en un intento de resolver las diferencias entre las principales fuerzas políticas de la Eurocámara.