España ha asumido la responsabilidad de organizar la XXX Cumbre Iberoamericana en 2026, recogiendo el testigo de Ecuador durante la reciente cumbre celebrada en la ciudad de Cuenca. El Rey Felipe VI destacó el compromiso de España con la Comunidad Iberoamericana de Naciones y expresó su deseo de recuperar «el espíritu e ilusión» de las primeras cumbres en un momento en el que este foro atraviesa un periodo de baja participación, como se evidenció este año con la ausencia de los mandatarios de los 19 países de América Latina.
En la ceremonia de cierre, el monarca español asumió la secretaría pro témpore de la comunidad en nombre de España y su Gobierno, con el objetivo de preparar la próxima cumbre en un lugar aún por definir. Esta será la cuarta ocasión en que España organice este evento, después de las ediciones de Madrid (1992), Salamanca (2005) y Cádiz (2012). Además, coincidirá con el 35 aniversario de la primera cumbre iberoamericana, lo que le otorgará un carácter simbólico especial.
Felipe VI subrayó la necesidad de enfocarse en los valores compartidos y en lo que une a los países miembros, dejando de lado las diferencias que puedan surgir. En sus palabras, la grandeza de la comunidad iberoamericana radica en su capacidad para superar esas diferencias y avanzar en los principios y convicciones comunes.
Reorganizar el sistema de cumbres
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reforzó este mensaje al señalar que es fundamental generar espacios de diálogo donde los países puedan trabajar desde el respeto mutuo y la igualdad. Albares enfatizó la necesidad de reorganizar el sistema de cumbres, identificando nuevas prioridades y métodos de trabajo para asegurar su sostenibilidad y relevancia en el futuro.
Entre las metas planteadas, se destaca la intención de realizar consultas amplias con todos los estados miembros para reflexionar de manera conjunta sobre los retos actuales y garantizar que la Comunidad Iberoamericana siga siendo un instrumento eficaz de cambio y oportunidades para las nuevas generaciones.
Ausencias notables en la cumbre de 2024
La XXIX Cumbre Iberoamericana estuvo marcada por la ausencia de los presidentes de los 19 países americanos, así como de representantes de México, Venezuela y Nicaragua. A pesar de ello, el evento en Cuenca fue escenario para reafirmar la importancia de mantener los consensos alcanzados en las últimas tres décadas y proyectar una mirada esperanzadora hacia el futuro del espacio iberoamericano.
Con la organización de la próxima cumbre, España asume el reto de revitalizar este foro, buscando que recupere el dinamismo y la unidad que caracterizaron sus primeras ediciones.