Hombre cubierto de barro junto a multitud con móviles

El rey no sale corriendo ante las protestas en Paiporta y calma a los vecinos, mientras Sánchez se retira

Durante la visita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, acompañados por una comitiva de autoridades, a la localidad valenciana de Paiporta, que ha sufrido severas consecuencias tras el paso de la DANA, la población expresó una marcada indignación. Aunque la figura del rey fue el blanco de algunos reclamos, muchos vecinos señalaron que su enfado estaba dirigido principalmente hacia el gobierno, al que responsabilizan directamente por la respuesta insuficiente ante la crisis.

Según informan los residentes, en la protesta utilizaron al rey como catalizador, conscientes de que su rol es limitado en cuanto a decisiones de emergencia, pero criticando fuertemente la gestión del gobierno encabezado por el presidente Pedro Sánchez, quien también estaba presente en el lugar. Durante el recorrido, los vecinos lanzaron barro, palos y diversos objetos, mientras increpaban a las autoridades con gritos de “asesinos” y “fuera”.

En medio del altercado, el rey Felipe VI, en lugar de retirarse rápidamente bajo la protección de paraguas como sugería su equipo de seguridad, optó por permanecer y escuchar los reclamos de los presentes. Esta actitud fue percibida por algunos como un gesto de disposición a enfrentar la situación. Sin embargo, la tensión no cedió, y fue necesaria la intervención de la Policía, que se desplegó a caballo para intentar calmar a la multitud que continuaba arremetiendo contra la comitiva.

Además de los reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, acompañaban la visita. No obstante, Sánchez se vio obligado a retirarse anticipadamente tras el lanzamiento de un palo en su dirección, reflejando la alta tensión entre los residentes y las autoridades.

A medida que la protesta crecía, los gritos de los vecinos también dejaban ver el profundo descontento social: “¡Está muriendo la gente y vosotros venís ahora!” y “¡Tenemos hambre! ¡Traed una pala!”, exigían los presentes, reclamando más acciones concretas frente a los daños de las recientes inundaciones.

Ante el inusitado nivel de hostilidad y la preocupación por la seguridad de los monarcas y de la comitiva oficial, la Casa Real tomó la decisión de cancelar el resto de la agenda programada para los reyes en la provincia de Valencia.

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