El Ministro de Energía y Minas de Cuba informó que el país enfrenta un déficit elevado de electricidad, con una red eléctrica que sigue siendo frágil y vulnerable a cualquier imprevisto. A pesar de que el funcionario subrayó que las condiciones actuales no son idénticas a las que provocaron la reciente caída del sistema eléctrico en toda la isla, la situación continúa siendo preocupante, especialmente para una población que hace pocos días experimentó más de cuatro días consecutivos sin servicio eléctrico.
La salida simultánea de las plantas en Felton, junto a unidades de Santa Cruz y Renté, sumada a una avería en la central de Céspedes, ha exacerbado la crisis eléctrica. Según el Ministro, el país dispone de reservas de combustible, pero las condiciones del mar han impedido el atraque de las embarcaciones que transportan los suministros, un factor que ha imposibilitado la normalización del servicio.
Aun con las promesas de que la situación mejorará hacia el fin de semana, el país se enfrenta a cortes de energía que impactarán entre 500 y 600 MW, de los cuales 100 MW corresponden a La Habana y el resto afectará de manera generalizada al resto de las provincias. En este contexto, se asegura que están llegando nuevos suministros de combustible y que se han firmado contratos para sostener el abastecimiento en medio de circunstancias complejas.
Para la noche, se prevé una afectación de hasta 1600 MW durante el pico de demanda, cifra que no da señales de una estabilización cercana. La situación plantea dudas sobre la capacidad del sistema eléctrico cubano para enfrentar los desafíos actuales, especialmente en momentos donde la población ha tenido que adaptarse a interrupciones constantes y significativas en el servicio eléctrico.