El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se trasladó esta mañana al municipio de Imías, en la provincia de Guantánamo, una de las áreas más severamente afectadas por el reciente Huracán Oscar. Acompañado por el vicepresidente Roberto Morales Ojeda, el mandatario recorrió varias zonas impactadas para observar los trabajos de recuperación y constatar la situación de los habitantes, muchos de los cuales han expresado su frustración y descontento por el lento avance en las labores de rehabilitación y la precariedad de los recursos disponibles.
La visita estuvo marcada por momentos de tensión cuando varios vecinos, afectados tanto por el huracán como por las carencias que ya venían padeciendo, increparon a Díaz-Canel y al equipo de funcionarios. Los ciudadanos señalaron directamente el deterioro y abandono de las infraestructuras y viviendas, cuestionando la falta de respuesta rápida y efectiva ante los daños sufridos y las condiciones de vida en las que quedaron tras el fenómeno. Muchos de ellos destacaron que la ayuda prometida ha tardado en llegar y que las soluciones implementadas hasta el momento no han sido suficientes para mitigar el impacto del desastre.
Frente a estos reclamos, Díaz-Canel se comprometió a revisar las operaciones de asistencia, pero algunos vecinos cuestionaron la efectividad de estas promesas, criticando la limitada transparencia y consistencia en la gestión de recursos para la recuperación. La visita del presidente dejó una mezcla de insatisfacción y escepticismo entre los habitantes de Imías, quienes siguen esperando una respuesta concreta y sostenida que les permita recuperar una estabilidad básica tras el huracán.