En la ciudad de Colón, ubicada en la provincia de Matanzas, la comunidad permanece consternada por un violento asalto que ha dejado a un residente local en estado crítico. La víctima, Ricardo García, conocido en la zona como «Ñiquiñaca», fue agredido por varios individuos que, tras interceptarlo, lo golpearon brutalmente en el rostro y lo apuñalaron en múltiples ocasiones. Además del ataque físico, los asaltantes le sustrajeron una cadena de oro, una considerable cantidad de dinero y su motocicleta, en un acto de violencia que ha despertado la preocupación de toda la localidad.
El ataque tuvo lugar en horas de la noche, cuando García se dirigía a su hogar tras una jornada de trabajo. Los agresores lo interceptaron en un lugar poco iluminado, aprovechando la vulnerabilidad de la zona. La gravedad de sus heridas ha obligado a su ingreso en la unidad de terapia intensiva del hospital de Colón, donde se encuentra bajo ventilación mecánica y en estado crítico. Hasta el momento, los médicos han informado que su condición es extremadamente delicada, y su pronóstico es incierto, lo que mantiene en vilo tanto a sus familiares como a la comunidad local, que sigue de cerca su evolución.
Este suceso ha desatado una oleada de reacciones entre los habitantes de Colón, quienes manifiestan su preocupación y frustración por el aumento de la delincuencia en su ciudad y en otras partes de Cuba. En redes sociales y foros comunitarios, numerosos ciudadanos han expresado su indignación y han cuestionado la seguridad en las calles, exigiendo una respuesta contundente de las autoridades locales para frenar la ola de criminalidad.
Las fuerzas policiales de Matanzas han iniciado una investigación para dar con los responsables de este acto de violencia. Sin embargo, hasta el momento no se han producido arrestos relacionados con el caso, y los residentes se mantienen en alerta, temerosos de que estos hechos se conviertan en una tendencia.
Mientras el caso sigue bajo investigación, el nombre de Ricardo García, “Ñiquiñaca”, se ha convertido en un símbolo de la vulnerabilidad que muchos sienten frente a la criminalidad. Con la incertidumbre en aumento, los habitantes de Colón no solo esperan la recuperación de García, sino también una respuesta firme y efectiva de las autoridades para garantizar la seguridad en su comunidad.