Hasta la fecha, las autoridades locales han contabilizado un total de 2,282 viviendas afectadas en los municipios de Baracoa, Maisí y San Antonio del Sur, en la provincia de Guantánamo, debido a los recientes fenómenos meteorológicos que han azotado la región. Los daños incluyen tanto derrumbes parciales como totales, lo que ha dejado a numerosas familias en una situación de gran vulnerabilidad.
En el municipio de Imías, las labores de cuantificación de las pérdidas materiales aún continúan, ya que el acceso a algunas zonas se ha visto limitado por las condiciones adversas del terreno. Equipos de especialistas trabajan sin descanso para evaluar la magnitud de los daños y brindar asistencia a las personas afectadas.
Los eventos meteorológicos recientes han puesto en evidencia la fragilidad de la infraestructura habitacional en estas zonas del oriente cubano, donde las viviendas, muchas de ellas construidas con materiales vulnerables, no pudieron resistir los embates de los fuertes vientos y las lluvias. Las autoridades locales han desplegado brigadas de emergencia para prestar apoyo a las familias que han quedado sin techo y para acelerar las labores de evaluación y reconstrucción.
Se espera que en los próximos días se publiquen más detalles sobre el número total de viviendas afectadas y se establezcan planes de recuperación para ayudar a los damnificados a restaurar sus hogares y retomar la normalidad. Las comunidades afectadas también han comenzado a organizarse para recibir apoyo humanitario y colaborar en las labores de reconstrucción de las áreas más dañadas.
El impacto de estos desastres ha dejado una marca profunda en la región oriental del país, donde los esfuerzos de recuperación serán cruciales en las semanas y meses venideros para garantizar el bienestar de las familias que han sufrido la pérdida de sus viviendas y pertenencias.