Hombre en traje militar sentado en reunión

Miguel Díaz-Canel cancela su participación en la Cumbre del BRICS debido a la crisis energética y los efectos del huracán Oscar

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, anunció hace unos minutos que no asistirá a la Cumbre del BRICS 2024, que comenzará mañana en Kazán, Rusia. En su lugar, será el canciller Bruno Rodríguez Parrilla quien represente a Cuba en este importante evento internacional. Según explicó el mandatario, la decisión se debe a la compleja situación que atraviesa el país, marcada por la grave crisis energética y los devastadores efectos del huracán Oscar en el oriente cubano.

La cancelación del viaje de Díaz-Canel ha generado numerosas reacciones, ya que se produce en un contexto de extrema dificultad para la población cubana. El país enfrenta una de sus peores crisis energéticas en décadas, con frecuentes apagones que afectan tanto a la vida cotidiana como a la actividad económica. Esta debacle ha sido motivo de creciente malestar entre los ciudadanos, quienes ven cómo los apagones y la escasez de combustible se han convertido en una constante que limita las posibilidades de recuperación y desarrollo.

A esta difícil situación se suman los estragos dejados por el huracán Oscar, que ha golpeado duramente a varias provincias del oriente cubano, dejando muertos, heridos y una gran cantidad de daños materiales. La urgencia de gestionar esta crisis ha sido citada por Díaz-Canel como la razón principal para no viajar a Rusia, subrayando que su presencia en la isla es fundamental para coordinar la respuesta ante las múltiples dificultades que enfrenta el país.

El gobierno cubano ha tratado de mantener una imagen de control ante la creciente adversidad, pero las carencias estructurales y la crisis económica han puesto en evidencia la fragilidad del sistema. Mientras tanto, el huracán Oscar ha agudizado aún más una situación ya precaria, obligando a las autoridades a enfocarse en la recuperación de las zonas afectadas.

Bruno Rodríguez Parrilla, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, será quien asuma la representación del país en la Cumbre del BRICS, en un momento en el que las relaciones internacionales de la isla, especialmente con países como Rusia y China, se consideran clave para obtener apoyo en medio de la crisis económica y energética que azota a la nación.

Cuba, que ha sido históricamente un aliado cercano de varias naciones del BRICS, busca con esta cumbre seguir afianzando lazos económicos y políticos con estos países en un contexto global cada vez más complejo. Sin embargo, la realidad interna de la isla obliga al gobierno a priorizar los problemas domésticos, en medio de crecientes críticas y demandas de soluciones inmediatas por parte de la población.

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