El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, lanzó este domingo una advertencia a los manifestantes que han salido a las calles en La Habana para protestar por el apagón total que afecta a gran parte del país. «No vamos a permitir hechos vandálicos y mucho menos alterar la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo», afirmó el mandatario en sus declaraciones, que llegaron en medio de un creciente malestar social.
Díaz-Canel calificó las manifestaciones como «hechos puntuales de desorden público» y aseguró que el gobierno tiene mecanismos para gestionar las demandas de la población. No obstante, la isla se encuentra inmersa en una grave crisis energética, con una caída casi total del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) que ha dejado a la mayoría del país sin electricidad. Esta situación ha desatado una ola de descontento entre los ciudadanos.
El mandatario señaló que la situación actual está marcada por dos factores: la crisis energética, que se ha intensificado en las últimas semanas, y los daños provocados por el reciente huracán. A pesar de los retos, Díaz-Canel resaltó la «solidaridad» y «compresión» del pueblo cubano, además de reconocer la labor de los trabajadores eléctricos que están tratando de restablecer el suministro. También afirmó que se están realizando gestiones para estabilizar el SEN y garantizar un suministro de combustible más estable.
Sin embargo, el presidente cubano una vez más culpó a Estados Unidos por la crisis energética de la isla, afirmando que «la política de bloqueo del gobierno de los Estados Unidos ha provocado que el país no cuente con un suministro estable de combustible», lo que, según él, ha sido una de las causas principales del colapso del sistema eléctrico.
Estas declaraciones de Díaz-Canel llegaron después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos se pronunciara sobre la situación el mismo domingo, en una comunicación enviada a CubaHerald. En el correo, un portavoz del Departamento de Estado desmintió que el embargo de Estados Unidos sea la causa de la crisis energética en la isla. El mensaje subrayó que «Cuba enfrenta esta situación debido a una prolongada mala gestión económica» y añadió que «Estados Unidos obviamente no es responsable del apagón actual ni de la situación energética en Cuba». Además, el portavoz afirmó que «el gobierno cubano no ha solicitado asistencia en este momento».
Esta respuesta del Departamento de Estado se produjo antes de las declaraciones de Díaz-Canel, poniendo en duda la versión del mandatario y señalando directamente a la ineficiencia del gobierno cubano como la causa del deterioro energético. Mientras tanto, las protestas en La Habana es un reflejo del descontento popular frente a los prolongados apagones y la falta de soluciones efectivas por parte del gobierno cubano.