El vuelo IB6621 de la aerolínea Iberia, que cubría la ruta entre Madrid y La Habana, se vio obligado a regresar a Madrid poco después de despegar debido a una emergencia técnica, presuntamente relacionada con un fallo en uno de los motores del avión. El incidente ocurrió el domingo 13 de octubre de 2024, cuando el Airbus A330-202, con matrícula EC-MOU, llevaba aproximadamente una hora y cuarenta minutos en el aire. En ese momento, la aeronave había alcanzado una altitud de 28,000 pies y una velocidad de 444 nudos.
El piloto mantuvo informados a los pasajeros durante todo el proceso, explicando las decisiones que se tomaban. Según uno de los viajeros, la tripulación permaneció sentada mientras el avión regresaba a Madrid, y aunque hubo algo de turbulencia, el aterrizaje se realizó de manera segura. A su llegada, los bomberos estaban preparados para cualquier eventualidad, aunque no se reportaron incidentes mayores. FlightRadar24, una plataforma de monitoreo de vuelos, confirmó que el avión regresó a Madrid poco después de sobrevolar la costa de Portugal.
Afortunadamente, no se reportaron heridos entre los pasajeros ni la tripulación, y todos se encuentran en tierra tras el desvío. El problema técnico en el motor está siendo investigado por las autoridades pertinentes, y la aerolínea está colaborando para esclarecer los detalles del incidente.
Este suceso es el tercer problema registrado en vuelos de Iberia en los últimos meses. En julio de 2024, un vuelo con destino a La Habana fue desviado a Miami debido a las intensas lluvias que afectaron el aeropuerto internacional «José Martí», impidiendo un aterrizaje seguro. Posteriormente, en agosto, otro vuelo de Iberia, esta vez con destino a Miami, experimentó un incidente grave cuando, a los 15 minutos de haber despegado, los pasajeros sintieron olor a quemado y humo en la cabina, lo que obligó al avión a regresar de emergencia al aeropuerto de Madrid.
Estos incidentes subrayan la importancia de los protocolos de seguridad en la aviación y destacan la capacidad de respuesta de las tripulaciones ante situaciones de emergencia. Aunque generan preocupación entre los pasajeros, la actuación rápida y eficiente de los pilotos y los equipos de emergencia asegura que se priorice la seguridad de todos a bordo. Ante estos hechos, es crucial que las aerolíneas refuercen el mantenimiento de sus aeronaves y actualicen sus procedimientos de seguridad para evitar futuros percances.
La reiteración de problemas técnicos en vuelos de Iberia en tan corto tiempo sin duda genera un llamado de atención sobre la necesidad de reforzar las inspecciones y medidas preventivas dentro de la aerolínea.
