Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han informado este martes del inicio de un ataque con misiles procedentes de Irán, lo que ha llevado a poner al país en máxima alerta. Las autoridades israelíes han emitido un llamado urgente a la población para que se refugie ante la inminente llegada de los primeros proyectiles.
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, explicó que los sistemas de defensa antiaérea están operando a máxima capacidad para interceptar los misiles iraníes. Sin embargo, advirtió que existe la posibilidad de que algunos de ellos impacten en suelo israelí, por lo que instó a los ciudadanos a seguir estrictamente las indicaciones de seguridad emitidas por las autoridades. También adelantó que se podrían escuchar explosiones tanto por el impacto de misiles en tierra como por las interceptaciones en el aire.
Este ataque marca el segundo incidente de este tipo en los últimos meses. En abril, Irán lanzó cientos de misiles y drones hacia Israel en respuesta al bombardeo de su Consulado en Damasco. Teherán había advertido previamente que tomaría represalias por el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniye, ocurrido en julio en suelo iraní.
El gobierno de Estados Unidos había emitido una advertencia horas antes, señalando que un ataque por parte de Irán era inminente. Esta nueva escalada se produce en medio de una situación de creciente tensión en la región, con combates recrudeciéndose en Líbano, donde Israel inició una ofensiva terrestre, y mientras continúa el conflicto en la Franja de Gaza.
Ataque de la Guardia Revolucionaria iraní como represalia por muertes de líderes de Hamás y Hezbolá
La Guardia Revolucionaria de Irán ha reivindicado el ataque con misiles contra Israel, afirmando que es una respuesta a la muerte de Ismail Haniye, líder político de Hamás, y Hasán Nasralá, secretario general de Hezbolá, ambos fallecidos en ataques recientes atribuidos a Israel. Según un comunicado recogido por la agencia iraní ISNA, los misiles fueron lanzados hacia «el corazón de los territorios ocupados» en represalia por lo que calificaron como el «martirio» de estos líderes, así como del comandante de la Guardia Revolucionaria, Abbas Nilfroushan.
La Guardia Revolucionaria también advirtió que cualquier respuesta militar de Israel será enfrentada con «ataques aplastantes» adicionales. Haniye murió el 31 de julio en un ataque aéreo sobre un edificio en Teherán, mientras que Nasralá perdió la vida en un bombardeo israelí sobre un cuartel general de Hezbolá en Beirut el pasado viernes.
El Ejército israelí mantiene activados todos sus sistemas de defensa para mitigar el impacto de este ataque, pero las autoridades insisten en que la población debe mantenerse alerta y seguir las instrucciones de seguridad mientras la situación evoluciona.