Una situación de emergencia se vivió a bordo de un vuelo de Iberia, cuando la aeronave, que cubría la ruta Madrid-Miami, tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en el Aeropuerto Internacional de Barajas poco después de su despegue. El incidente, que tuvo lugar en la madrugada del 20 de agosto, estuvo marcado por momentos de angustia vividos por los pasajeros, muchos de ellos cubanos, debido a la aparición de humo en la cabina.
Testigos a bordo del vuelo IB6117 reportaron que el humo comenzó a emanar de la cabina de pilotos pocos minutos después de la partida, lo que precipitó una decisión rápida del capitán de la aeronave de retornar a Madrid. Según relatos de los afectados, el ambiente se llenó de humo, aumentando el pánico entre los presentes.
En medio de la tensión, la tripulación desplegó los protocolos de emergencia, instando a los pasajeros a evacuar el avión mediante la salida de emergencia y deslizarse por un tobogán hacia la pista. A pesar del miedo y la confusión, todos los pasajeros lograron evacuar la aeronave sin sufrir lesiones graves, aunque algunos presentaron síntomas de intoxicación leve por el humo y recibieron atención médica en el lugar.
Investigaciones preliminares sugieren que el incidente fue causado por un fallo en los sistemas de climatización y presurización. La aerolínea Iberia, en un comunicado, explicó que este tipo de problemas son impredecibles y aunque no son comunes, el incidente destacó por la visibilidad del humo y un olor a quemado.
Los pasajeros afectados están siendo reubicados en otros vuelos hacia Miami previstos para los días subsiguientes y algunos han sido alojados en hoteles, con gastos cubiertos por la aerolínea. Iberia, que forma parte del grupo IAG tras su fusión con British Airways en 2011, sigue siendo un referente en el transporte aéreo entre Europa y América Latina, transportando a millones de pasajeros anualmente en sus numerosas rutas globales.